A mi familia y a mí nos gusta mucho este hotel, pero en esta ocasión hubo algunos detalles.
El día en que llegamos, el estacionamiento estaba lleno, ocupado por no huéspedes que asistían a una feria que se llevaba a cabo en el centro de convenciones vecino, no cuidaron el acceso y fue muy complicado conseguir lugar.
La feria, entendiendo que no es culpa del hotel, con música en vivo con alto volumen se oía en la habitación, haciéndolo un poco incómodo.
Mi hijo dormiría en el sofá cama, para el que no había cobija ni almohadas, las pedimos a recepción y nos pidieron bajar por ellas porque en la noche no tienen servicio a la habitación, lo cual me parece inadecuado para un hotel de este precio, uno de los más caros del área.
El jabón para cuerpo de la regadera se terminó al final del primer día y no fue llenado y los canales en vivo no se veían en la tele de la sala.
Son detalles no graves, pero son los pequeños detalles que hacen la gran diferencia.