Reservé este alojamiento creyendo que era un hotel de 4 estrellas, y sinceramente no entiendo cómo puede mantener esa categoría, porque rara vez podría pasar de ser una pensión.
La experiencia fue muy mala. No pudimos dormir en toda la noche: el colchón estaba completamente destrozado, con muelles que se clavan y suenan al moverse lo más mínimo, y la nevera hacía ruido constantemente, lo que imposibilitaba el descanso. Además, no hay nada de insonorización, se oye absolutamente todo.
Para colmo, no cuentan con recepción 24 horas, así que tuvimos que pasar toda la noche así, sin poder contactar con nadie del hotel para intentar solucionarlo.
El baño tenía manchas en el retrete, pelos sueltos y el techo desconchado, con partes cayéndose literalmente. Ni siquiera había amenities, y los vasos eran de plástico, impropios de un supuesto hotel de esta categoría. Todo el mobiliario y la decoración están anclados en los años 2000, sin ningún tipo de mantenimiento. La televisión antiquísima y los servicios anunciados, como el “servicio de habitaciones”, simplemente no existen.
Lo único destacable fue el trato del recepcionista Javier, muy amable y atento, que intentó ayudar en lo posible.
Finalmente, contacté con Hoteles.es, les expliqué la situación y me emitieron el reembolso.
Aun así, no recomendaría este hotel bajo ningún concepto mientras no se renueve y se revise su clasificación, porque no cumple en absoluto con los estándares de un 4★.